Karate-Do
Karate-Do (en japonés 空手道), literalmente el camino de la mano vacía, es un arte marcial japonés caracterizado por la combinación de técnicas de impacto, como golpes y patadas, con técnicas de agarre, proyección, barrido o luxación. También se le conoce como Karate y se suele emplear este nombre indistintamente. Surgió y evolucionó como un sistema de defensa personal en inferioridad de condiciones. Este arte marcial hace gran hincapié en conocer la anatomía y biomecánica del cuerpo humano, así como sus puntos vulnerables. Para el karateka, la práctica siempre debe enfocarse en desarrollar las facetas física, intelectual y espiritual, integradas todas como parte de una unidad. En una clase de Karate, el estudiante aprendera lo básico por medio de ejercicios Kihon (técnica básica), practicará las formas mediante la repetición y estudio de las Kata y pondrá a prueba su entrenamiento a través del Kumite (combate).
Historia y orígenes del Karate-Do
El Karate-Do es un arte marcial originado en la isla de Okinawa, en el archipiélago de Ryukyu (Japón) durante el siglo XVI. Durante muchos siglos, Ryukyu fue un reino independiente que, debido a su situación geográfica en el mar de China Oriental, fue influenciado culturalmente por China, Japón, Taiwán, Corea y el sudeste asiático. Gracias a ello y de la mezcla de las artes marciales nativas de Okinawa y China, se desarrolló el antiguo Karate-do, inicialmente conocido como Tode hasta principios del siglo XX.
Se atribuye al maestro Itosu Anko el haber cambiado la pronunciación de tode a tuidi y después a Karate, no siendo hasta los años 1904 y 1905 que los maestros empiezan a utilizar este nombre.
En 1917 el maestro Gichin Funakoshi realiza la primera demostración pública de Karate e Japón en Kioto. Esta y sucesivas demostraciones llevaron Jigoro Kano (fundador del Judo) a invitar al maestro Funakoshi a permanecer en Japón para enseñar y desarrollar allí el Karate. Esto sentó las bases para popularizar el Karate el Japón, que hasta entonces lo había considerado «provincial, atrasado y propio de campesinos». Posteriormente, en 1929, el maestro Kenwa Mabuni se instaló en Osaka donde comenzó a enseñar su estilo de Karate: el Shito Ryu. Gracias a estos hechos en 1933 la Dai Nihon Butokukai reconoce al Karate como un arte marcial Japonés.
Durante la ocupación Aliada tras la Segunda Guerra Mundial se prohibió la práctica de las artes marciales y algunos maestros (como Masatoshi Nakayama) tratan de reinterpretar el Karate como un arte marcial sin ánimo bélico, al tratarse de un estilo de lucha desarmado y enfocarse en el desarrollo personal y espiritual de los practicantes.
En 1949 de fundó la Asociación Japonesa de Karate y los primeros campeonatos de Karate se celebraron en 1957. Aunque nació en el espíritu de agrupar los disferentes estilos finalmente se convirtió en la representante a nivel mundial del estilo Shotokan.
Zen Okinawa Karate-Do Kobudo
En Zanshin Madrid, en colaboración con la escuela Zen Okinawa Karate-Do Kobudo, se enseña el estilo Shito Ryu. El Shito Ryu con más de 65 katas, tiene el currículum más amplio entre todos los estilos de Karate. Se caracteriza también por sus posiciones naturales, algo más bajas en las defensas que en los ataques y a la gran importancia al trabajo de parejas con técnicas de bunkai y goshin, incluyendo luxaciones, proyecciones, barridos, estrangulaciones, etc.
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Cualquier persona, de cualquier edad o género, puede empezar a practicar Karate. La práctica del Karate es un ejercicio saludable que, poco a poco, hará que te pongas en forma mientras aprendes a controlar tu cuerpo, a desarrollar tu mente y controlar tus emociones.
No necesitas nada para empezar, solo ropa cómoda para hacer deporte. Más adelante, si decides continuar, sí que tendrás que invertir en comprar tu propia equipación.